sábado, 7 de noviembre de 2009

Poema del desencuentro


Se vieron de lejos.
Frente a frente venían
el uno frente al otro.

Empezaron a hablarse
antes de poder oírse:

-          ¿Vienes del trabajo?
-          Te has cortado el flequillo
-          Sí, hace ya tiempo.
-          Sí, voy a comer.
-          Adiós.
-          Adiós.

El destino había dispuesto
que sólo faltasen dos días
para recordar el primero.

Sólo habría pasado un año.
Un año es nada y ambos lo sabían.

Pero si a veces un año
dura sólo doce meses,
hay veces en que un mes
dura doce largos años.

Y ambos lo sabían.

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