sábado, 20 de febrero de 2010

Cuando un niño muere...

Cuando un niño muere
Lo entierran dentro de un perro
Cuando el perro muere
Renace en el cuerpo de un hombre bueno
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7 comentarios:

  1. Aníbal del Valle Uría20 de febrero de 2010, 17:10

    Floro nació en mi casa, casi instantáneamente ante mis ojos, fue el hijo único de una de las criaturas que más he amado en mi vida, Shiva. Floro cuenta actualmente con 13 años, es jovial, alegre, extremadamente mimoso, chulo, inteligente y aventurero. Siempre quise escribir un poema con los dos primeros versos. Hoy, mientras vermuteábamos juntos y leía la prensa me quedé absorto (como muchas otras veces) observándolo; nos fuimos a mear y, mientras un servidor orinaba y Floro olisqueaba las esquinas, surgió el poema. Por cierto, Floro busca novia. Y yo ardo en deseos de volver a ser padre.

    En otro orden de cosas, y a colación de algunos mensajes preguntándose si mi desaparición se debía a un salto desde la ventana: No he saltado, o sí, pero ahora me dedico más a observar desde la ventana. Mi madre, una de las personas más inteligentes y buenas que conozco siempre me educó en la norma de que "es de bien nacidos ser agradecidos". Ergo, gracias.

    Buen día, criaturas.

    :)

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  2. llvllurciana20 de febrero de 2010, 19:28

    Me he sobresaltado al leer la entrada.
    Ahora que he leido el comentario hasta el final, veo que mi susto era infundado de lo cual me congratulo.
    Y...confieso, yo he preguntado por ti esta mima tarde y me han contado algo bueno y bonito de lo que....también me congratulo y te felicito :)

    Muchos besines, criatura.
    Cuídate mucho.

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  3. Anónimo21 de febrero de 2010, 15:26

    Gracias a ti. Por escribir y no saltar.
    Es más difícil saltar de la cama que saltar por la ventana.

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  4. Santiago Bertault21 de febrero de 2010, 17:46

    Nada ni nadie renace, aunque hay cosas, personas y animales que siempre estan con nosotros, de alguna manera viven en nuestra memoria.

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  5. Casiarturo22 de febrero de 2010, 14:43

    Me gustó la reflexión, no es para tirarse por la ventana, pero anima la mañana...

    Gracias por seguir por aquí!

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  6. David Suárez Suarón24 de febrero de 2010, 8:49

    Perro sabio y sabio dueño

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  7. Dylan Forrester17 de julio de 2010, 4:48

    Entrañable poema homenaje
    al mejor amigo del hombre.

    Saludos.

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